"Silla Sevillana, mobiliario Andaluz de cultura y solera"
Las Sillas de Enea, populares en España y famosas por su participación en cafés flamencos, son uno de los elementos más imprescindibles de la cultura flamenca. Utilizadas en cafés, patios y tablaos flamencos, estas sillas acompañan el arte, pasión y tradición propias de la gracia andaluza, y evocan fiesta y folclore, como la característica Feria de Abril.
Sillas de enea, inseparables del flamenco y cultura española
¿Por qué se popularizaron las sillas de enea y paja en España?
Las sillas de enea se podían ver durante el siglo XIX y XX en cualquier taberna, bar español, también como es natural en los famosos café flamenco. Citando algunos de ellos tenemos Bar La Cita, América o Casa Macareno. Este tipo de mobiliario popular no solo era presente en el ámbito de la restauración sino que también era usado en campos de fútbol o cines.
Pero si en un lugar concreto estamos acostumbrados a ver estas sillas trenzadas es en las cofradías y peñas flamencas españolas. Esas sillas de enea tan características pintadas al más estilo andalusí, elemento imprescindible de la cultura flamenca. Sobre esta variante de silla de enea hablaremos en el siguiente punto.
Fabricación de las sillas de Enea
La fabricación de estas peculiares y singulares sillas era puramente artesanal. Se utilizaban comúnmente materiales como la madera de chopo u olivo para la estructura. En cuanto el asiento el material protagonista es la enea (también llamada boga, junco o anea), planta propia de las zonas con humedales. En primer lugar buscaban y encontraban los palos que conformaban la estructura de la silla (debían tener las mismas medidas), posteriormente se torneaba y refinaba la pieza de madera para dar ese forma cilíndrica característica. Finalmente se llevaba a cabo el trenzado de la enea, comúnmente en forma de cuatro aguas.
Dos clases populares de sillas de enea: Altas y bajas
Comúnmente las sillas de enea o paja, aun con las propias particulares que puedan tener las mismas como forma, color o motivos estéticos, se clasificaban en dos tipos.
Altas: Eran las más ergonómicas ya que los bordes de la silla se encontraban inclinados evitando así provocar daño en las pantorrillas. Además los travesaños estaban perfectamente pensados para ser utilizados como reposapiés y quedando las rodillas relajadas favoreciendo la circulación de la sangre
Bajas: Eran las más utilizadas en la población española. Su uso generalizado era debido a la baja estatura de las mesas de comedores. Su principal ventaja reside en el asiento, con concavidades, para que la persona se sintiera cómoda. Los pies descansan el suelo, favoreciendo una mejor circulación sanguínea.
Sillas Sevillanas, el más puro flamenco Andalusí
Arte y pasión sobre el tablao flamenco
En un tablao flamenco no falta el arte, la pasión, solera y tradición; guitarras, palmas y voces que no dejarán indiferente a ninguno de los allí presentes. Si imaginamos esos lugares con gracia andaluza sin lugar a dudas también nos vienen a la mente esas sillas sevillanas o flamencas sobre las que los asistentes son deleitados con la gracia flamenca o donde los propios artistas envuelven al público de su solera con su toque.
Las sillas flamencas transmiten y evocan ese aire alegre de fiesta y folclore, como el de la Feria de Abril. Banderines, lunares, farolillos, mesas decoradas y sobre todo mucha música y arte.
Encanto y diseño
Sin duda alguna esta evolución de las sillas de enea, como son las sillas sevillanas, son ideales para combinar con un estilo rústico. Madera y enea han sido siempre materiales típicos de aquellas casas de pueblo, cortijos y villas; donde tantas familias y amigos se reunían para innumerables festividades. Actualmente la tradición sigue estando en la actualidad muy de moda, como pueden ser las bodas vintage.
Las sillas sevillanas se pueden encontrar en multitud de formas y colores: azules, blancas, verdes, rojas… e incluso con motivos florales o costumbristas. Pero no tienes porque conformarte con sillas flamencas ya elaboradas sino que te recomendamos que adquieras una silla de enea básica y la pintes a tu gusto. ¡Dale alegría a tu casa de una manera completamente personalizada!
Aunque parezca difícil combinar una silla sevillana con otros muebles dado su gran colorido, te sorprenderá la cantidad de opciones con las que combinar esta belleza andaluza. Con una mesa cuadrada de madera (incluso de metal) decorada con elementos como manteles de lunares o incluso un mantón de manila sobre la silla sevillana. Si ese bello encuadre le añades flores y macetas de cerámica andalusí traerás la tradición y alegría a tu hogar.
Limpieza y mantenimiento de las sillas flamencas
Las sillas sevillanas, y en general las de enea o paja, presentan un determinado mantenimiento según el uso que se le de, como hablábamos antes. Si estas están en el interior su limpieza y mantenimiento es bastante sencillo.
Utilizando productos específicos para madera, tanto en formato líquido como espuma, la silla sevillana estará suficientemente protegida: tanto su estructura de madera como su entrelazado de enea o fibras.
Si por el contrario prefieres contar con un método más natural o no dispones de ninguno de esos productos a mano te recomendamos el siguiente truco: utiliza una mezcla de agua con bicarbonato o sal, impregnando una esponja, pasala por toda la silla. Para una limpieza más profunda utiliza un cepillo de cerdas suaves y jabón neutro (muy importante que así sea para no levantar la pintura de la silla) para ir retirando la suciedad y que se vaya desprendiendo con facilidad. Si el entrelazado de enea de la silla sevillana se suelta, se pueden encolar. ¡Limpia siempre en el sentido de la fibra de enea!
Si utilizas las sillas flamencas como mobiliario de jardín en el exterior se deberán aplicar los consejos anteriores y los que explicaremos a continuación. En primer lugar, intenta siempre que la silla sevillana esté en un lugar cubierto, donde pueda estar resguardada de las inclemencias del tiempo. Es importante que la enea o paja no se moje con la lluvia, así que la mejor opción es que permanezcan en el interior en invierno. En cuanto al sol hay que prestar especial atención a la posible aclaración de colores que podrá sufrir nuestra silla sevillana.